Entrevista a Alejandra de Picciotto de FlywithLalu
Lalu. Tripulante y Jefa de Cabina. Profesora de Inglés. Escritora. Blogger. Coach Certificada.
Sociable. Perseverante. Responsable. Empática. Cálida.
Su tenacidad por conseguir sus objetivos la llevaron a lugares soñados e impensados.
Una vida con cambios constantes, con decisiones arriesgadas y esfuerzo.
Transmite entusiasmo, pasión por su profesión y afán por descubrir y conectar el mundo.
Hoy nos cuenta su historia, su vida y sus proyectos
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Naciste en Merlo, provincia de Buenos Aires. ¿Hoy en que ciudad/barrio vives?
Hoy vivo por el momento en Seúl, Corea del Sur, en un barrio llamado Gwanak-gu, por la montaña de ese mismo nombre que está cerca. Sin embargo, aún soy residente también en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina, donde vivo desde los 19 años.
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¿Cómo está formada tu familia?
Ahora podría decir que mi familia, además de mi mamá Cosima (mi papá Gustavo ya no está), mi hermana Julieta, y mis hermanos Marcelo y Lucas, también está formada por mi novio Hundong y su familia.
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¿Qué querías ser de chica? ¿Cómo era tu infancia? ¿Eras buena alumna en la escuela?
De chica quería ser muchas cosas, jaja! Y creo que he logrado ser varias de las que quería (una vez una amiga me dijo que soy “la chica de las mil profesiones”, porque he ejercido varias al mismo tiempo): Profesora de Inglés, Coach certificada, pero Tripulante no era una de las que se me había ocurrido y terminó siendo la principal… y también hice cursos varios, como teatro, para aprender más sobre el trabajo en equipo, la coordinación y las relaciones interpersonales.
Mi infancia fue muy agradable: no existían los celulares, y cuando era muy chica, ni Internet había! Surgió cuando yo era adolescente, así que en mi niñez llegué a jugar a los videojuegos y con amig@s en la calle, ya que en aquella época era todo muy tranquilo.
En la escuela en general fui siempre buena alumna, salvo un período de “rebeldía” que tuve que habrá durado un año y medio. Pero igualmente me iba bien en el colegio y no presenté problemas, sino al contrario.
Tuve de esos momentos en los que, debido al bullying, temía no cumplir mis metas. Pero me propuse que esas experiencias, lejos de hacerme mal, me ayudaran a volar aún más alto de lo que yo misma pensaba que podría y que, justamente por eso, pudiera recordarlas como algo bueno que me ayudó y no como algo traumático.
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¿A qué se dedicaban tus padres? ¿Qué es lo más importante que te enseñaron?
Mis padres eran docentes: mi papá fue Profesor de Francés y mi mamá era Profesora de Matemáticas e Informática y Licenciada en Tecnología aplicada a la Educación. Lo más importante que creo que me han enseñado es a pensar autónomamente y tomar decisiones basadas en lo que me haga feliz (para lo cual debo estudiar bien mis emociones y ponerme en contacto con ellas, cosa que siempre aconsejo hacer), así como trabajar por lo que desee con mucha disciplina y a hacer lo correcto aunque nadie esté mirando. De ellos aprendí lo valioso del trabajo, del esfuerzo y de dar lo mejor de mí.
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¿Cuál fue el primer viaje familiar o el que más recuerdas? ¿A dónde fueron?
El primer viaje familiar que recuerdo y que me gustó muchísimo fue un viaje corto a la localidad de Navarro, en la provincia de Buenos Aires, en auto. Viajamos con una familia amiga y lo recuerdo como un día hermoso: creo que ahí fue la primera vez que sentí que quería seguir viajando siempre y que eso deseaba para mi vida.
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Hiciste el profesorado de inglés en el Joaquín V González: ¿por qué elegiste esa carrera? Alguien de tu entorno influyó en esa decisión?
Creo que un poco quería seguir con la tradición familar, porque incluso mis bisabuelos y bisabuelas fueron docentes. Aprender a hablar diferentes idiomas es algo que disfruto mucho, y en ese momento el inglés era el que más me gustaba, así que quise convertirme en Profesora para poder enseñarlo, inspirar a otras personas y hacerles sentir el mismo gusto por abrirse posibilidades en un mundo en donde ese idioma es cada vez más necesario para todo. En aquel entonces, formalizar mi deseo de enseñar haciendo el Profesorado me pareció lo mejor, y elegí el Joaquín V. González por el prestigio que tiene como tal. Tenía un examen de ingreso eliminatorio (y creo que aún lo sigue teniendo) muy competitivo por la limitada cantidad de vacantes, así que tuve que prepararme muy bien ya que cada año mucha gente (con excelente nivel) quedaba afuera. Trabajé no solo en mi nivel sino también en mi mentalidad para ir a rendir, dado que era mi primer examen de exigencia al terminar la escuela secundaria. Y me alegró ver que mi preparación a nivel actitudinal, que había logrado sola con las herramientas que tenía en ese momento como adolescente, dio buenos resultados: creo que ahí fue cuando comencé a entender la importancia de gestionar las emociones y mantener una actitud positiva. Yo aún no lo sabía, pero ya había empezado a usar las herramientas del Coaching.
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En el 2011 hiciste un viaje a Europa con tu papá. ¿Cómo surgió? ¿Qué significó para vos?
El viaje me había llevado muchísimos años de ahorro mientras trabajaba como docente, y finalmente pude encontrar el momento de hacerlo en enero de ese año. Quería conocer el continente donde habían nacido mis antepasados. Se lo comenté a mi familia, y mi papá, que no había podido viajar fuera del continente americano tampoco, quiso sumarse. Así que fue nuestro primer viaje fuera de América. Y en lo personal, me hizo descubrir mi misión de conectar lugares y personas trabajando en el cielo sobre un avión. Me alegró mucho poder compartir eso con él.
Por eso, al año siguiente, en 2012, luego de haber investigado sobre los pasos que debía seguir para convertirme en Tripulante de Cabina, me anoté en el curso que otorga la certificación requerida en Argentina para volar, aunque pensaba que mi destino estaba en hacerlo afuera del país ya que siempre se comentaba (y se sigue haciendo) que solo quienes tienen contactos pueden ingresar a una compañía aérea y yo no contaba con ninguno, o que solo las personas altas eran contratadas y yo no lo soy, o que había un límite de edad y yo estaba a un paso de los 30… pero lo quise intentar igual y me llevé una grata sorpresa.
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Entre el 2012 y 2014, te presentaste a varios Open Days; incluso viajaste a Barcelona y llegaste a las instancias finales pero no llegaste a ingresar a las aerolíneas.
¿En algún momento pensaste en desistir? ¿Qué herramientas usaste para mantener la motivación?
Sí. La vez que fui a Barcelona y, luego de llegar a la final, no quedé, me sentí devastada. Ahí estuve a punto de largar todo… Pero recuerdo que quien era mi pareja en ese momento me dijo: “Vos tenés el control de la situación: vos elegís si seguir intentándolo o dejar de hacerlo”. Eso me dio mucha confianza y lo que hice fue soltar las expectativas: en ese momento estaba muy “manija” con hacer visualizaciones estructuradas con tal o cual empresa… tuve que hacer duelos para cada compañía y cada uniforme que había imaginado ponerme y ya no podría… Y cuando fui entendiendo que estaba dando lo mejor y que había situaciones y voluntades externas que yo no manejaba, dejé de sentir la culpa por pensar que estaba haciendo algo mal (eso es lo que más te puede enloquecer, porque sentís que hiciste algo incorrecto, y tratás de averiguar qué fue y no vas a tener la certeza nunca, entonces empezás a hacer miles de conjeturas y trabajo de detective que no te conduce a ninguna seguridad); y mientras igual hacía lo que consideraba necesario para llegar a mi meta (conseguir un puesto relacionado con el cuidado de pasajeros y la conexión), trataba de aceptar lo que iba ocurriendo. Ésa fue mi manera de “desistir proactivamente”, creo 😀 Y a los dos o tres meses dio sus frutos porque ahí obtuve la posibilidad de trabajar en una agencia de turismo por 4 meses antes de que Austral Líneas Aéreas me convocara. Y recuerdo que hasta se me superpusieron por un momento las entrevistas! 😛
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En septiembre del 2014, un día después de tu cumpleaños 31, ingresaste a Austral Líneas Aéreas: ¿fue difícil el ingreso? ¿Cómo recibiste la noticia? ¿Tuviste la sensación de misión cumplida? ¿Qué recuerdos tienes de tu paso por ahí?
Mi ingreso de Austral fue un regalo hermoso de cumpleaños. Sentí una alegría inmensa: recuerdo esa llamada con gran satisfacción y ahora mismo se me vuelve a poner la piel de gallina. En ese momento justamente estaba pensando en qué hacer con la agencia de turismo ya que las condiciones habían sido cambiadas y debía dar una respuesta acerca de si aceptaba las nuevas, y el llamado de Austral fue, además del cumplimiento de un sueño por el que había trabajado dos años, la salvación, una especie de rescate en un momento complicado.
De todas formas, me fui con mucha gratitud de la agencia de turismo donde estaba por todo lo que me había enseñado en cuanto a atención a los clientes, a la confección de tickets y vouchers, a la oportunidad de desearles un buen viaje, a la resolución de problemas de manera espontánea y rápida. Y de hecho fue gracias a eso que pude dar excelentes ejemplos de trabajo en mi entrevista con Austral. Mis 4 meses en la agencia habían sido muy buenos, siempre fui muy motivada a trabajar, e incluso en los momentos de tensión en los que debía hacer cosas nuevas que aún no sabía, disfrutaba mucho de estar en esa situación y aprenderlas.
El ingreso a Austral a mí me resultó bastante complejo y exigente porque era mi primera aerolínea y, siendo sincera, tenía mucho miedo de arruinarlo todo, entonces me exigía mucho. Si pudiera darle un consejo a esa Lalu del pasado le diría que se relaje, que disfrute más de ese momento, porque estando tan tensa todo el tiempo no se llega a ningún lugar bueno y lo que deba ser no va a cambiar por pasarla mal. Tuve que rendir recuperatorio de dos exámenes justamente por estar tan nerviosa y preocupada por el resultado en vez de disfrutar más del proceso.
Mis 4 años en esa compañía también fueron de muchísimo aprendizaje y autoconocimiento: aprendí a fluir más con las cosas, aprendí que las turbulencias en vuelo son tan inevitables como en la vida y que lo único que se puede hacer a veces es esperar a que pasen mientras te cuidás y cuidás de los demás. No decidimos cuándo ocurren pero sí podemos decidir qué hacer cuando aparecen y cuando terminan, y elegir qué uso darle a su resultado. Por eso, cuando ya me sentía lista para volar distancias más largas y aprender cosas nuevas, y se dio la oportunidad, la tomé. Siento que me despedí de esos 4 años de servicio con Austral con honor y gratitud 😀
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En el 2015 sufriste la pérdida de tu papá… ¿Llegó a ver que habías concretado tu sueño de volar? ¿Qué te dijo acerca de eso?
Sí, por suerte mi papá, que había compartido conmigo ese viaje que me ayudó a vislumbrar mi misión, llegó a ver que la cumplí. Desde luego se puso muy feliz por verme feliz, y hasta recuerdo que en una conversación surgió que se sorprendió de que lo lograra, no porque no confiara en que yo pudiera hacerlo sino por lo difícil que era lograrlo y por la persistencia que se requería para no querer largar todo después de tantas entrevistas fallidas.
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En Abril del 2019 te ascendieron a Jefa de Cabina y Líder a bordo en tu nueva aerolínea: ¿qué significó para vos esa mención?
Fue un momento hermoso también: fue el cumplimiento de otro deseo ya que es el cargo más alto al que como Tripulante se puede aspirar: tiene muchas responsabilidades pero, por eso mismo, mucho aprendizaje. Me tuve que ver como una persona más asertiva, pero también que sepa acompañar.
Disfruté de los procesos de entrevista para el ascenso/habilitación (“qualification”) y me alegró ver todo lo que había aprendido en todos esos años. Me sorprendí a mí misma y puse en práctica todos los recursos activados en tantas entrevistas anteriores, especialmente las fallidas, que son las que más enseñan.
Y aparte pude llevar a mi mamá y mi hermana a mi entrenamiento en Dallas para que compartieran conmigo ese momento importante. Eso es algo que también le agradezco muchísimo a mi actual compañía y a la profesión en sí: todas las oportunidades de crecimiento que da así como la chance de que las compartas con quienes amás.
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¿Qué nombre dice el gafete de tu uniforme?
Mi gafete dice Lalu, y si voy de Purser (Jefa de Cabina) mi prendedor tiene una estrellita de 5 puntas 😀 Así que a bordo también hoy en día me llaman Lalu. Si me ven en el avión, avísenme y nos saludamos! 😀
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¿Te ha felicitado algún pasajero por tu tarea?
Sí, por suerte muchos, y es de los mejores momentos del vuelo. Recuerdo a un pasajero en un vuelo de Buenos Aires a Miami que esperó a poder verme para poder entregarme la felicitación por escrito… y tuvo que esperar a que TODOS los pasajeros desembarcaran del 777-300 en el que estábamos hasta que aparecí: el 777 es un avión gigante, así que habrá esperado como 20 minutos mínimo, con lo cual no tuvo problema en atrasarse (y bastante) en la fila de migraciones, que en Miami suele ser larguísima. Fue un gesto muy lindo que recuerdo al día de hoy. O en mi primera aerolínea una señora con su hija me encontraron en Migraciones luego de nuestro vuelo y me quisieron agradecer con un abrazo la contención, porque habíamos estado charlando y la hija se estaba yendo a emprender un viaje y su mamá estaba muy acongojada pero sabía que debía apoyarla en su sueño de aquella aventura… Tengo muchos momentos de esos que jamás me olvidaré por lo gratificante, y en la docencia también: alumnos y alumnas que querían volver a tenerme de profe y escribían a la Dirección para que me dieran el curso donde iban a estar. Con varias continúo en contacto al día de hoy y hasta nos hemos vuelto amigas: yo las conocí cuando ellas iban a la secundaria y ahora veo que son todas unas profesionales y es muy lindo mantener una amistad así.
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¿Tuviste la oportunidad de volar con alguien que admirabas?
Pude volar con mi mamá 🙂 Y también, cuando volaba cabotaje/vuelos domésticos, con Carlitos Balá. Para quienes no sepan porque son muy chicos o de afuera de Argentina, él era un presentador de un programa infantil de los ’80, cuando yo era niña. Gracias a él dejé el chupete y cuando lo vi se lo dije. Aún recuerdo su respuesta: “Por eso creciste tan grande y linda” 😀 Viajaba con su esposa desde Mar del Plata al Aeroparque Jorge Newbery.
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¿Cuánto tiempo antes te preparas para un vuelo? ¿Tenés una rutina armada?
Suelo arreglar mi carry-on con lo que necesitaré para mi estadía en el destino en cuestión y también mi cartera de vuelo con toda la documentación necesaria. También acostumbro mirar cuántos pasajeros tendremos en la sección donde me toque trabajar (turista, ejecutiva o primera clase) y si tienen algún requerimiento… y si estoy en Primera Clase, me trato de saber sus nombres de antemano, ya que son 8 solamente… y después me testeo a mí misma a ver si me los acuerdo 😛
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¿En cuanto a alimentación, descanso, hidratación?
Trato de alimentarme correctamente, descansar bien (necesito dormir bastante) y, sobre todo, tomar mucha agua antes de un vuelo. Realmente se nota la diferencia. Tengo un video sobre ese tema en mi canal de Youtube.com/lalualura por si necesitan más info al respecto porque hay detalles importantes a tener en cuenta para volar.
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¿Te olvidaste alguna vez el pasaporte al llegar al aeropuerto? ¿Cómo fue? ¿Soñaste que te pasaba? ¿Es tu mayor miedo laboral?
Es una pesadilla recurrente, jaja! Pero por suerte hasta ahora nunca me ha pasado *TOCO MADERA*
Pero sí me pasó, en mi primer vuelo como Jefa de Cabina, de olvidarme el celular en un jumpseat/transportín (el asiento de Tripulante) y por suerte lo encontraron – y aprovecho para agradecer nuevamente al aeropuerto de Bogotá, Colombia! Y a mis colegas que me esperaron hasta que me lo devolvieron. Mi tripulación era de la base de Chile y yo era la única argentina. Me acompañaron en todo momento para que mi primer día como Jefa fuera memorable.
Y en mi primera aerolínea me he olvidado mi manual de anuncios, una vincha y creo que un libro: así que un saludo para el aeropuerto de Mendoza y de Córdoba que me avisaron y me alcanzaron las cosas 😀
¿Te sentiste muy sola en algún viaje? ¿Qué hiciste para superarlo?
Como pasajera jamás me sentí sola aunque casi siempre viajo sola. Pero siempre he hecho amistades a donde iba: justamente por ir sola era cuando más me conectaba con el resto 😀
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Das asesorías y mentorías para quienes quieran comenzar una carrera aeronáutica. También para quienes ya son parte y necesitan rendir exámenes en inglés o de posibles ascensos. ¿Cómo surgió esa idea? ¿Te han tocado alumnos de muchos países diferentes?
Sí, en realidad las asesorías son para el logro de cualquier meta, aunque sí es cierto que en su mayoría me las solicitan para armar su perfil de Tripulantes y dar una buena entrevista. O para trabajar la confianza o el inglés. Y sobre todo para desempeñarse bien con las preguntas de entrevista, para lo cual ya tengo un curso todo armado en mi plataforma flywithlalu.teachable.com.
Después de tanto desearlo y haberlo logrado, luego de tantos intentos fallidos, quería compartir lo que aprendí y ayudar a que otras personas puedan lograrlo también como lo logré yo, trabajando en lo actitudinal y paso por paso. Eso también lo comento en mi aerojournal Buenos Vientos y Cielos Azules, nacido en pandemia. Me gusta mucho acompañar a las personas en el logro de sus metas y que ver la felicidad que sienten. Creo que hacer un mundo de personas más felices es importante: me gustaría poder dejar un mundo mejor que el que encontré cuando llegué.
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También sos Coach internacional certificada con orientación ontológica. ¿Nos podrías contar en detalle en qué consiste? ¿Qué diferencias principales tiene con una terapia?
Es una certificación avalada por la ICF (International Coach Federation: Federación Internacional de Coaches) que indica que se cumplen los estándares para poder acompañar a los y las coachees en el logro de las metas que se propongan. Las conversaciones tienen que tener ciertos pasos que no deben faltar, y la diferencia principal con una terapia psicológica es que en este caso, como Coach yo solo acompaño y oriento mirando hacia el futuro, ya que no tratamos temas del pasado. La premisa principal es que no importa tanto lo que pasa sino lo que al/a la coachee le pasa con lo que está pasando. Y se intentan des-cubrir las herramientas que el/la coachee ya tiene para poder lograr aquello que desea. Se diseña el futuro deseado y se analiza qué herramientas se necesitaron para gestarlo a fin de traerlas al presente y usarlas. También se desafían juicios (por eso a veces es un tanto “incómoda” la conversación, porque te saca de tu zona de confort) y se intenta que el/la coachee se dé cuenta de lo que no sabía que no sabía para hacer momentos de aprendizajes significativos y sacar todo su potencial.
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En Junio del 2020 publicaste un libro. ¿Cómo nació esa idea? ¿De qué trata? ¿Alguien te ayudó con el armado? ¿Qué podemos encontrar en él? ¿Quién diseñó la tapa? ¿Qué incluye?
Fue un poco por, a pesar de y gracias a la bendita pandemia, jaja! Ya que no podía volar dadas las restricciones mundiales debido al virus, quise ayudar a que otras personas pudieran encontrar motivación a pesar de esta turbulencia. Fue también por necesidad personal, para procesar el momento y sacar algo positivo, convertirlo en un año que quisiera recordar por algo bueno. Hacía mucho quería gestar un journal (yo le llamo “aerojournal”), que es como un diario interactivo, un espacio de co-creación, porque tiene partes de auto-registro, de exploración de la mano de las herramientas de coaching, y cuando alguien lo completa, se convierte en un ejemplar único. Uso un lenguaje muy coloquial, para que podamos charlar como amig@s, y a través de anécdotas que voy contando con lo que a mí me sirvió, lo que aprendí y lo que colegas y pasajeros me han enseñado, voy acompañando a mi lector/a. Viene con dos mazos de 22 cartas cada uno: en cada carta del primer mazo hay una consigna para hacer durante 7 días (la “tarea”, el compromiso de mi lector/a) y un consejo para llevarla a cabo; en el otro mazo, que llamo “El Oráculo TCP”, hay un mensaje “oracular”, un mensaje lúdico y de motivación, que es el que a mí me habría gustado recibir en ciertos momentos. Y el título, Buenos Vientos y Cielos Azules, se debe a una frase que uso siempre para despedirme en los videos de mi canal porque es un buen deseo aeronáutico y para la vida: siempre necesitamos de buenos vientos, más allá de ser buen/a piloto J Y ojalá quienes lo lean puedan volar siempre alto, en cielos azules.
La hermosa tapa fue diseñada por mi hermana, Julieta de Picciotto, quien también me ayudó en la maquetación y el diseño interior. La editorial Servicop también ha hecho un muy lindo trabajo en el diseño de las cartas y todo lo referido a la publicación.
Está en versión papel (quedan poquitos ejemplares) y digital con el link para que se descarguen las cartas. Tiene su propio Instagram donde también comparto páginas, lectura de las cartas y hago directos hablando de los consejos allí compartidos para poder entablar más conexión con mis lectoras y lectores. Es también el espacio donde me comparten sus tareas, me cuentan cómo van con su compromiso y sus resultados, a través de las stories, para motivar a l@s demás, o en mensajes personales que me envían. Y allí dejé unos videos para que puedan sacar cartas al azar, más que nada para quienes tienen la versión digital, así se hace más divertido, y en comentarios me cuentan qué carta les tocó y les doy mi aporte.
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¿Cómo se puede adquirir? ¿Hubo colaboraciones o aportes de ideas de otras colegas?
Para adquirirlo pueden escribirme directamente a mí y, como estoy en Seúl, mi hermana me ayuda con el envío. O también en mi bio de mi Instagram @flywithlalu y en la del libro están los links para adquirirlo. Pero también la editorial lo tiene: está en La Plata y hace envíos a toda la Argentina y al exterior.
Tiene el aporte de la genial de María José Carrizo, una colega Tripulante cuya historia de motivación quise incluir porque inspira mucho.
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¿Te gustaría escribir otro? ¿Sobre qué sería? ¿Tenés un proyecto de lanzar tu propia editorial?
Sí, ya estoy escribiendo mi próximo libro, que tratará más sobre viajes, especialmente mi actual experiencia en Seúl (mucho de lo cual también comparto en forma de “kdrama” o novela en formato coreano en mi Instagram @flywithlalu y la fanpage de Facebook con el mismo nombre), e incluirá también más consejos, no solo para Tripulantes o aspirantes sino también viajer@s y sobre viajar en pandemia.
Me encantaría poder tener en algún momento mi propio sello editorial y, quién te dice, publicar en coreano también y poder unir el continente americano con Asia a través de la escritura y la lectura. Sería un sueño hecho realidad 😀
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En 2016 viajaste a Japón y conociste a alguien que fue muy importante para tu historia posterior: ¿Quién fue y por qué?
Sí. En 2016 hice un viaje sola a Japón, donde conocí a Jake, que en ese momento trabajaba atendiendo el hostel donde me hospedé. Él no es japonés sino coreano. Quedamos en contacto por Facebook y lo entrevisté en el blog de viajes que en ese momento yo tenía para que contara su experiencia como extranjero trabajando en Japón.
En 2017 fui a su país natal, me quedé en Seúl, y cuando él vio por Facebook que estaba ahí, me puso en contacto con su hermano mayor Hundong para que pudiera ayudarme si llegaba a necesitar algo y compartir tours. Hundong me llevaba a recorrer lugares y yo lo invitaba a comer. Y así surgió una muy linda amistad y continuamos el contacto.
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Cuando le dijiste que volvías a Corea hace poco, ¿Cómo reaccionó?
Realmente fue muy solidario. Él sabía que yo quería volver algún día, pero creo que, como yo y como cualquiera, jamás habría imaginado que sería en pandemia bajo estas nuevas condiciones que parecen más limitar que habilitar. Pero como siempre digo, se dio a pesar de pero también gracias a la pandemia, porque pude solicitar una licencia en mi trabajo que fue aprobada y, cuando le conté, se puso muy contento y se ofreció a ayudar en todo lo posible. Primero, fue con mucha información sobre la visa de estudio, los requerimientos y las instituciones que podía elegir para estudiar el idioma. Y luego, con el hospedaje. En principio, iba a quedarme en el campus de la Universidad pero los espacios se agotan rapidísimo y por un error de cálculos en el horario, llegué tarde a postularme y no pude entrar. Así que Hundong me fue recomendando otros lugares y también me ofreció compartir gastos en una especie de casa, que finalmente fue la opción elegida.
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En estos momentos estas en Corea del Sur, de licencia, estudiando Coreano en la Escuela de la Universidad de Seúl. ¿Soñabas con volver y vivir un tiempo ahí? ¿Por qué?
Sí, hacía muchos años, desde que visité por primera vez. La cultura, la comida, la música, la amabilidad de su gente me encantaron. Pero quizás también me gustó quien yo fui cuando estuve ahí. Me gusta lo que soy cuando estoy acá 😀
Siempre tuve el sueño de saber cómo es vivir en un país extranjero, quería tener la experiencia, no solo de vivir sino también de estudiar y ver todo como estudiante y extranjera residente. Y estoy súper agradecida por la oportunidad de hacerlo y saber que aún conservo el trabajo que amo en mi primera casa, Argentina, para cuando regrese.
Me alegró mucho que la Universidad de Seúl aceptara mi solicitud y me aprobaran la postulación para poder procesar mi visa de estudiante, ya que las vacantes son limitadas y mucha gente queda afuera y no pasa las evaluaciones. El destino (la suerte, el azar, o como se llame) me permitió que luego también me aprobaran la visa y pudiera venir contra viento y pandemia.
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¿Cómo lo llamas vos a Hundong? ¿Y él como te llama? ¿Entre ustedes hablan en qué idioma?
Hundong me llama Lalu. Yo a él lo llamo “Oppa”, que es un vocativo coreano que utilizan las mujeres para hablarle a un hombre mayor que ellas y con quien tienen confianza (puede ser su hermano mayor, un amigo, un pariente y la pareja/esposo/novio). Si yo fuera mayor que él, yo a él debería llamarlo por su nombre y él a mí me diría “Nuna”.
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Fuiste con VISA de Estudiante. ¿Cuánto tiempo estimás estar en Corea? ¿Ya hay un plan en conjunto?
Mi visa en principio expira en agosto 2021. Hay muchos planes en conjunto para proyectar tanto en Corea como en Argentina. El principal es que él conozca a mi familia y yo a la suya, y pueda comunicarme con ella adquiriendo un nivel razonable de coreano. Él también quiere aprender español.
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¿Te gustaría trabajar para la embajada de Corea?
¡Sí! 😀 Me encantaría poder unir ambos países y continentes: ser su puente y nexo sería otro sueño hecho realidad – y creo que con este viaje en parte ya lo estoy cumpliendo.
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¿A qué día o momento de tu vida te gustaría volver? ¿Por qué?
Me encantaría revivir esos momentos en los que logré cosas que había pensado imposibles: mi ingreso a mi Profesorado elegido; mi ingreso a mi primera línea aérea, mi ingreso a la segunda, mi primer vuelo, cuando me ascendieron, cuando hice la capacitación, cuando recibí la caja de mi primer libro autopublicado en papel en plena pandemia, cuando recibí la aceptación de Corea del Sur… Todos esos momentos en los que, a pesar de pensar inicialmente que no podría lograrlo, mi mejor versión afloró, y le pude mostrar a esa vocecita molesta (que creo que tenemos tod@s) que sí podía hacerlo, me brindan los ejemplos que uso luego para darme ánimos en cualquier momento. Apelar a nuestra mejor versión es muy poderoso.
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¿Alguna vez te leyeron la mano o tiraron las cartas? ¿Se cumplió lo que te dijeron? ¿Creés en ello?
Tengo días en los que creo en eso y días en los que soy más escéptica y no entiendo cómo cartas o planetas pueden influir o saber nuestro futuro. Entiendo a quienes creen y entiendo a quienes no.
Mi mamá está muy en el mundo de la astrología, combinado con las cartas, y obviamente me hizo mi carta natal (que es como una idea general acerca de las áreas de la vida en las que tendrás facilidad y en las que habrá ciertas dificultades) y cada año me cuenta sobre mi revolución solar (cómo será mi año de un cumpleaños al otro, según dónde haya cumplido años, porque eso influye… este año pasaré mi cumpleaños en Corea, por ejemplo, y mi año será distinto a si lo pasara en Buenos Aires). La verdad es que ha acertado en muchas cosas, pero siempre me queda la duda de si también hay una sugestión que me hace encajar los hechos en la explicación.
Me pregunto siempre si hay un destino o si hay azar. Si hay destino, nos quita mérito en lo que hacemos ya que lo que tenga que pasar, hagamos o no hagamos nada, va a pasar igual, sea bueno o sea malo. Y si hay azar, al ser inmanejable, nos sentimos sin muchas herramientas de control u organización, pero al menos en ese caso tendría más sentido hacer cosas que tiendan a cumplir nuestras metas para que cuando la suerte aparezca te encuentre preperad@. Pero como sea, lo cierto es que tod@s haremos lo mejor que podemos.
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¿Destino que más te gustó? ¿Alguno pendiente?
Definitivamente en Corea del Sur encontré un hogar lejos de mi hogar. Y mi destino pendiente es Laponia: está cerca de la casa de Papá Noel y los lugares fríos me encantan. Creo que debe ser un lugar mágico. Hasta el nombre me gusta 😀
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¿Cuál fue alguna de tus experiencias estando en otros países que más recuerdas?
Conocer Paris con nieve junto a mi papá; hacer Couchsurfing en Suecia y Noruega, dormir en un barco roto en Islandia, visitar allí una escuela y un centro de rehabilitación para quienes cursaban o habían cursado depresión; conocer en persona a la familia de España con quienes venía haciendo un voluntariado online (traducciones en español e inglés, y lectura de audiolibros) que me hospedaron en Las Islas Canarias… Hermosos momentos de viajes en los que hice amistades que al día de hoy conservo.
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¿Te gustaría hacer una participación en cine, teatro o publicidades?
Hice de extra en algunas series argentinas y publicidades, y me gustó mucho. No sé si es algo que haría de manera muy frecuente, pero ese mundo me gustó y tiene su magia. Y algo que me gustaría mucho es poder escribir una historia que se convierta luego en serie o película.
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Cuántos idiomas hablas?
Mi lengua madre es el español, y hablo inglés, italiano, entiendo portugués y me defiendo si tengo que leer algo (un anuncio a bordo, por ejemplo), y ahora estoy en nivel 2 de coreano.
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¿Qué sueño te falta cumplir?
Que Netflix produzca mi dorama/novela, jaja 😀
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¿Alguien que extrañes mucho?
A mi papá.
Completa la frase:
Lo más importante es……… ser feliz y ayudar a otr@s a serlo.
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El espíritu de la educación italiana requiere la estrecha colaboración entre la institución y la familia.
La Escuela debe guiar al alumno progresivamente hacia la conquista de su autonomía intelectual y crítica.
Que mejor compartir el detalle de una alternativa educativa que permite a sus estudiantes abrirles las puertas del mundo.
Te sigo en youtube! Qué interesante leerte!Malka.
Si Malka! Super interesante todo lo que hace y emprende!