Que hacer en Edimburgo y Stirling en 3 días
¡Hola viajeros! Mi nombre es Ángeles, y soy de Buenos Aires, Argentina. Hace unos meses nos mudamos a Brasil con mi marido y mi hijo, y estamos viviendo en Praia de Icaraí, muy cerca de Río de Janeiro. Soy Guía de Turismo desde hace 17 años, y también soy Profesora de Inglés. Hoy les quiero compartir mi experiencia en Escocia, y contarles que hacer en Edimburgo y Stirling en 3 días. ¿Vamos?
Que hacer en Edimburgo y Stirling en 3 días
La capital de Escocia está situada a orillas del fiordo del río Forth. Tiene menos de 500.000 habitantes, y la Old Town o Ciudad Vieja fue declarada Patrimonio de la Humanidad por su trazado medieval original que aún se conserva, junto con una gran cantidad de edificios del 1600.
Edimburgo es conocida como la “Atenas del Norte”. Algunos dicen que esta denominación se debe a su topografía, muy similar a la de la capital griega. Otros dicen que surgió durante la llamada Ilustración Escocesa del siglo XVIII, en la florecieron filósofos como David Hume o el economista Adam Smith. Y también están quienes dicen que se debe a la arquitectura neoclásica de algunos edificios de la ciudad, tal como el Monumento Nacional de Edimburgo, en Calton Hill.
Día 1
Empecemos nuestro paseo en la arteria principal del casco histórico, la Royal Mile. Esta calle conecta el Castillo con el Palacio de Holyrood, principal residencia de los reyes y reinas de Escocia desde el siglo XV, y actualmente residencia oficial de la reina Isabel II en Escocia (todos los veranos pasa varias semanas allí). La Royal Mile está dividida en 4 sectores:
Castlehill: el tramo más cercano al Castillo, y la zona más antigua de Edimburgo.
Lawnmarket: el sector más «turístico» de la Royal Mile con una gran cantidad de tiendas de souvenirs.
High Street: es el corazón de la Royal Mile y el sector más transitado, con espectáculos callejeros, y muchos pubs tradicionales.
Canongate: último tramo de la Royal Mile, que siglos atrás no formaba parte de Edimburgo. Aún se pueden encontrar en algunas esquinas indicadores de la antigua muralla y de la puerta de la ciudad.
Luego de recorrer la Royal Mile desde Canongate hacia Castlehill, llegamos al castillo. Esta antigua fortaleza fue erigida sobre una roca de origen volcánico y fue utilizada con fines militares desde el siglo XII. El complejo del castillo es grande, lleva varias horas recorrerlo, pero realmente vale la pena para conocer mejor la historia escocesa y, además, porque por su ubicación las vistas son increíbles. Los imperdibles del Castillo de Edimburgo son:
- el Monumento Nacional a los Caídos de Escocia, inaugurado en 1927 en homenaje a los soldados que dieron la vida por su país durante la Primera Guerra Mundial. Actualmente también se honran a los caídos en la Segunda Guerra Mundial y en conflictos posteriores;
- los Honores de Escocia, donde se encuentran las joyas de la Corona escocesa y los objetos del tesoro real escocés;
- la Piedra de Scone, también conocida como «Piedra del Destino», sobre la que se coronaban los reyes escoceses;
- el «One o’clock Gun» o cañonazo de las 13 hs: desde mediados del siglo XIX, todos los días a las 13 hs se dispara este cañón. En aquel entonces se hacía para que todos los relojes estuvieran en hora. Hoy en día es simplemente una atracción turística que se oye desde cualquier punto de la ciudad.
Luego de visitar el Castillo, podés almorzar en alguno de los tantos pubs que hay sobre la Royal Mile. Si te animás, no dejes de probar el tradicional haggis (se elabora a base de corazón, pulmón, hígado, estómago de cordero u oveja, con especias, cebolla, y hierbas, embutido dentro de una bolsa hecha del estómago del animal). Con las energías recargadas, vamos a conocer la pintoresca Victoria Street, y después el Cementerio de Greyfriars. Hay varios cementerios en Edimburgo que vale la pena conocer, por su arquitectura, sus leyendas y sus bellos parques internos. Antes de ingresar, visitamos el monumento a Greyfriars’ Bobby, un perrito que estuvo durante años esperando sobre la tumba de su dueño…
Terminamos la tarde tomando un rico café en The Elephant House, donde hizo sus comienzos J.K. Rowling. La “madre” de Harry Potter solía venir a este café a escribir cuando no tenía suficiente dinero para calefaccionar su departamento, entonces pasaba horas aquí. Si sos fan de Harry Potter, no dejes de pasar por el Ayuntamiento para ver las manos de J.K. Rowling grabadas en el cemento.
Día 2
Hoy dejamos la capital por un rato y nos tomamos el tren para conocer Stirling, 70 km al noroeste de Edimburgo. Esta pequeña ciudad ha sido escenario de gran parte de la historia escocesa, y por su ubicación estratégica donde comienzan las Tierras Altas, la ciudad recibió el nombre de “Puerta de las Highlands”, ya que quien dominase esta ciudad tendría el control de toda Escocia.
Tomamos el tren, y en menos de 1 hora estábamos allí, caminando cuesta arriba por las calles del casco histórico para llegar al castillo. Vale la pena el esfuerzo, ya que al llegar las vistas son hermosas. El castillo de Stirling está conformado por varios edificios, y se trata de una de las más grandes e importantes fortalezas de todo el Reino Unido. Fue residencia real en la Edad Media, y desde aquí se pueden ver los campos donde se libraron las batallas por la independencia de Escocia, bajo el liderazgo del héroe nacional William Wallace. Además, desde aquí reinó Mary Queen of Scots (María Estuardo). Desde el castillo podemos apreciar las típicas colinas verdes que marcan el comienzo de las Tierras Altas, y en lo alto de la colina Abbey Craig, se encuentra el Monumento Nacional Wallace. Con casi 70 metros de altura, este monumento es un homenaje al héroe escocés que dio su vida por su tierra. Aquí están los campos donde el 11 de septiembre de 1297 se libró la famosa batalla del Puente de Stirling, uno de los enfrentamientos más importantes durante las guerras de independencia entre Escocia e Inglaterra, fue una demoledora victoria de los escoceses liderados por William Wallace y Andrew de Moray ante un ejército inglés con superioridad numérica.
Al regresar de Stirling, salimos de la estación de tren de Edimburgo y aprovechamos para recorrer los jardines de Princess Street y el Monumento al escritor escocés Sir Walter Scott.
Día 3
Es nuestro último día en Edimburgo, y queremos ver la ciudad desde alguno de sus puntos panorámicos. Los más importantes son Calton Hill y Arthur’s Seat. Elegimos Arthur’s Seat, para obtener las mejores vistas de Calton Hill con el río Forth detrás. Arthur’s Seat es un volcán extinto que se eleva unos 250 metros. Es muy sencillo de subir (aunque tiene algunas partes bastantes empinadas), lo que lo convierte en un paseo muy popular. Desde lo alto podemos ver toda Edimburgo, desde el Castillo hasta Calton Hill.
Terminamos nuestra escapada a Edimburgo otra vez en la Royal Mile, buscando los tradicionales “closes”. Estos son pequeños callejones que daban acceso a las viviendas, y lo más curioso es que todos tienen un nombre, en su mayoría relacionado con una profesión, ya que los pobladores se agrupaban según sus trabajos. Estamos hablando de callejones que se remontan a los siglos XVI y XVII, y que nos permiten conocer un poco mas sobre la historia de esta ciudad.
Espero que hayan disfrutado de este viaje y saber que hacer en Edimburgo y Stirling en 3 días.
Si te gustó este relato, puedes leer también la de Historia a mi Moreno
Invitado:
Ángeles
Instagram: @una_guia_en_el_camino
Nice article of the blogger that she had experience. Thank you for sharing.
Thank you very much for reading and commenting