Soy Adriana Hidalgo. De Quito, Ecuador. Me enamoré de viajar. De conocer culturas y de poder compartir esas experiencias con todos.
Cómo no podía ser de otra forma encontré al amor de mi vida….es piloto! Vamos recorriendo el mundo los dos ahora!

Qué ver en Dubai y Abu Dhabi – Grata sorpresa de Emiratos

Cuando estudiaba ingeniería civil en la universidad, elegí a Dubái para mi primera exposición de estructuras porque me parecía irreal que estuvieran trabajando en una palmera gigante, ganándole terreno al mar.

Si tengo que decir la verdad, pensaba que Emiratos era un lugar tan “fake” que no fue el primero en mi “Bucket List” de viajes, y les digo ahora con toda seguridad que fue un error ya que este país es uno de los lugares más alucinantes que he visitado (y llevo ya algunos)

Mi primera sorpresa fue que los hoteles no eran tan caros como me imaginé, en realidad pagamos un poco menos que en una ciudad europea. Llegamos de madrugada y las luces de las grúas edificios en construcción iluminaban nuestro camino por la ciudad dormida, porque, aunque la mayoría creemos que en Dubái son ricos por el petróleo, el principal ingreso de este Emirato es la construcción, seguida del turismo.

Era abrumadora la cantidad de actividades por hacer, pero decidimos empezar por el safari del desierto. Y aquí viene la segunda confesión, porque estaba convencida que era una Trampa para turistas, pero era una de las actividades más económicas así que decidí tomar el riesgo y hoy les puedo decir que fueron los 50 dólares mejor invertidos de mi vida. No solo vas a navegar por las dunas rojas gigantes y hacer sandboard, puedes montar camellos, tatuajes de henna, jugar con halcones, fumar una pipa árabe y comer, dátiles, kebabs y hummus mientras ves el baile den vientre, descalzo en el corazón del desierto.

Dubái es una ciudad de contrastes, el Viejo Dubái tiene un aire de El Cairo o Marrakech pero organizado. Aquí estan el mercado de especias, de recuerdos, y el más especial: El mercado de Oro, donde los que quieran conquistar a una chica podrán comprar no solo joyas, sino vestidos y camisetas de oro. Es que en Emiratos no llegas a una cita con rosas y chocolates, el juego de la conquista está a otro nivel.

Los centros comerciales son un universo en los Emiratos. Para que se hagan una idea el Mall of Emirates tiene el centro de Ski Indoors más grande del mundo, así que si alguna vez quisieron aprender a esquiar tal vez este es un buen lugar porque es mucho mas barato (y menos frío) que Los Alpes o Canadá. El Mall of Dubai tiene el acuario y el show de fuentes de agua más grande del mundo. Los malls tienen una variedad increíble de tiendas con marcas de todo el mundo, buenos precios. Y claro, la selección de artículos de lujo es algo que no se ve todos los días. Y de comida, aquí no limites, digan un lugar y seguro encuentran al menos un restaurante. Sin lugar a duda, Dubái es la ciudad más internacional que he visitado.

Si el lujo les llama la atención, no pueden dejar de tomar un café con Oro en el Burj Al Arab. La taza de 35 usd paga la experiencia, pero no se olviden de reservar porque es la única manera de ingresar al único hotel 7 estrellas del mundo. Y si prefieren un café en ambiente del medio oriente, el Souk Medina es el mejor lugar para ver el atardecer, tomar algo frío, cenar, dar un paseo en bote, comprar souvenirs o solo sentarse a ver pasar el tiempo.

Las playas son espectaculares con agua muy caliente todo el año. Tomen en cuenta que en las playas públicas tendrán que respetar la vestimenta asi que si quieren tomar el sol y disfrutar de una playa en traje de baño occidental tendrán que pagar el acceso a un club de playa privado.

¿Hay algo más que hacer en Dubai? Muchísimo. No se pueden perder el Miracle Garden, caminar por las bahías, probar helados de leche de camello, saltar en paracaídas, manejar un Porsche, volar un avión, surfear, juegar golf en la cancha más alta del mundo, subir al Ojo de Dubai, subir al edificio más alto del mundo…

Pero Emiratos no es solo Dubái. Abu Dhabi, a una hora y media desde Dubái, tiene dos de las Joyas del país: La mezquita Sheik Zayed y El Palacio de Abu Dhabi. La mezquita te deja sin aliento desde la entrada: mármol brillante y perfecto, tallado y pintado. Por dentro, aun mejor. Todo hecho a mano, por 11 años, llena de detalles y récords también: la alfombra tejida a mano más grande y la lámpara más grande del mundo, que sin exagerar, es del tamaño de mi casa.

Y aunque pagaría un pasaje desde Ecuador solo para ver la mezquita, el Palacio de Abu Dhabi, abierto a principios del año pasado, es igual o más impresionante. Es una de esas estructuras que podrían salir de la imaginación de Walt Disney: espejos, estructuras de oro, mármol de colores… hasta los baños tienen cientos de detalles. Y lo mejor, la mezquita y el palacio son gratis. Igual que el mirador más alto de la ciudad, que si bien no es tan alto como el del Burj Al Arab, tiene una vista impresionante de las mil islas.

En Emiratos pensaron en todos, así que construyeron Yas Island, a medio camino entre Abu Dhabi y Dubai, una isla para familias y amantes de los parques temáticos. Entre todas las opciones, elegimos Ferrari World. Si bien no es el parque más grande, tiene a la montaña rusa con el giro mas grande y a las más rápida del mundo.  La Formula Rossa alcanza 200km/h en 5 segundos, y aunque jamás me volvería a subir, es una de las cosas que vale la pena experimentar. Lo mejor es que este parque es techado, así que no se preocupen del calor.

Para cerrar con broche de oro fuimos a ver The Pearl, un show que cuenta como este país paso de ser varias colonias de nómadas a una potencial mundial y es sin duda alguna el mejor show que he visto, divertido, elegante, preciso y con efectos especiales de otro mundo.

De la ropa no se preocupen mucho, que si bien hay que respetar y ser un poco más conservadores de lo normal con las muestras de cariño y el largo de los shorts, nadie te va a apedrear. Y si rompes la regla de la vestimenta en algún lugar, te prestaran algo con que cubrir lo que estés mostrando demás. Para transportarse, lo puedes hacer en transporte público si quieres ahorrar. Y del calor, que si es verdad que es infernal, la mayoría de las actividades son por adentro o en la tarde y noche cuando el clima es bastante agradable.

Había llegado a Emiratos sin expectativa alguna, y me encontré con un país de gente amable y servicial. Un país rodeado por mitos, muy pocos ciertos. Un país que está en todo su esplendor, un país de una grandeza tal que sentía ver una Roma en su momento de gloria. Un país que esta entregado al amor por el arte, por la arquitectura. Un país que se todavía atreve a construir con la majestuosidad del Taj Mahal o la Alhambra. Un país limpio, grande y ordenado. Un país con los atardeceres más bonitos que he visto. Un país con tantas ganas de ser mejores que llegó a ser el país de los records mundiales. Y sobre todo, un país que esta haciendo todo para que nos enamoremos de él.

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